El Señor mismo, con voz de mando... con trompeta de Dios, descenderá del cielo...

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1° Tesalonicenses 4:16

viernes, 26 de marzo de 2010

Las Setenta semanas de Daniel



La profecía de Daniel de las setenta semanas (Daniel 9:24-27) está en la porción de su libro (capítulos 7-12) que revela el plan divino de Dios para los reinos de este mundo.
Al descubrir que Jeremías había profetizado que el exilio de Israel duraría70 años (Jeremías 25:11-12; 29:10); Daniel intercede por Israel para que se haga realidad el cumplimiento profecía con la restauración de Jerusalén y el Templo (Daniel 9:03-19), El arcángel Gabriel fue enviado para explicarle a Daniel las “Setenta semanas” de años (un total de 490 años), el tiempo necesario para compensar que Israel hubiera quebrantado la Ley sabática (2° Crónicas 36:21). De acuerdo con los versículos 25-27, esta etapa se divide en 3 periodos:

1) 7 semanas (49 años),
2) 62 semanas (434 años) y
3) una semana (7 años).


El tiempo se completaría hasta que se alcanzaran seis metas de restauración (Daniel 9:24), incluyendo un tiempo de tribulación para Israel (Daniel 12:01, comp. Mateo 24:21) y el fin de la dominación gentil del mundo (Daniel 12:01 (comp. 9:27; Mateo 24:31; Lucas 21:24-28)).

Los dispensacionalistas interpretan que los primero 483 años (los primeros dos períodos) se cumplieron antes de la muerte del Mesías (Daniel 09:26). La semana restante de siete años, es decir, la semana setenta, terminará con la restauración de Israel. Sin embargo, dado que esto se cumplirá a través de Jesús el Mesías, y debido a que Israel como nación rechazó al Mesías en su primera venida, este tiempo se ha pospuesto.

Cuando se realice el pacto entre Israel y un gobernante gentil futuro (el anticristo), el templó será reconstruido y se restablecerá el sistema de sacrificios. A mitad de este período, una profanación del templo obligará a poner fin al sistema de sacrificios (Daniel 8:13). A este tiempo se lo identifica también con los terribles dolores de parto de los tiempos postreros, y se lo llama “tiempo de angustia de Jacob” (Jeremías 30:07) y “tiempo de angustia” (Daniel 12:01), cuando el malvado gobernante gentil (anticristo) blasfemará contra Dios e invadirá Jerusalén (Daniel 11:36-45).

No obstante, el anticristo que ha traído tal desolación será destruido (comparar 2° Tesalonicenses 1:06-10; 2:04-08; Apocalipsis 11:01-02; 12:06, 13-14; 19:19-21).
El Nuevo testamento confirma la postergación de la semana setenta hasta el período de la tribulación de acuerdo a la secuencia de eventos del discurso del Monte de los Olivos y la sección de juicios del libro de Apocalipsis (caps. 4-19) en cuanto a la profecía de las setenta semanas.

Hay quienes niegan que exista una brecha entre las semanas 69 y 70, afirman erróneamente que una demora profética tan larga sería incongruente con otros pasajes predictivos de las Escrituras. Sin embargo, los aplazamientos proféticos de ninguna manera resultan raros. Por ejemplo, en algunos pasajes, ambas venidas de Cristo se mencionan prácticamente de manera simultánea, pero sabemos que un tiempo indeterminado las separa (Génesis 49:10-12; 2° Samuel 7:13-16; Salmos 2:07-08 (comp. Hechos 13:33; Hebreos 1:05; 5:05) Salmos 22:01-31; 34:14, 16; Isaías 9:01-07; 11:01-02, 11; 52:13; 59:21; 61:01-11 (Lucas 4:16-19; 7:22); Joel 2:28 (comp. Hechos 2:17); Miqueas 5:02-15; Sofonías 2:13; 3:20; Zacarías 9:09-10; Malaquías 3:01-03; 4:05-06).


Por Randall Price

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